quinta-feira, abril 02, 2009

Gosto, nom gosto

  Há muito tempo que nom escrevo algo persoal e sinto-me um pouco necessitado dessa catarse, mas nom tenho tempo como pra fazer-o como se deve fazer, co cal, pensei que seria boa ideia crear, se me apetece seguir co experimento, uma série de posts inspirados nos feitos por Savior1980, quem o fai semanalmente (ainda que depois xa vim cousas semelhantes feitas por Roberto Pastor e por Andrés Milleiro, eles vam mais por livre e penso que só fixerom um post así cada um). Apetece-me mais fazer algo temático, todo do que gosto e nom gosto em relaçom com algo concreto, así que alá vou cum muito ad hoc coa chegada da primavera:

Gosto:
  Dessa sensaçom sobre todo nos dedos, mas também em todos os membros, de ir recuperando a sensibilidade pouco a pouco ao chegar a um sítio quente vindo da rua em pleno inverno, cando o ar parte a cara do frio.
  Da chegada dos primeiros dias de sol em março, cando o frio é ainda xeado mas o sol começa xa a quentar.
  De caminhar pela praia em pleno inverno e sentir realmente frio fronte ao mar, algo impenssável em México (e também de caminhar pela praia no veram, e xa que estamos em outono e primavera).
  Da neve, mas sobre todo de ver nevar, de estar baixo uma nevarada, sexa as episódicas compostelás ou as tormentas berlinesas.
  De que Folerpa sexa uma bolsa de auga quente viva, de que precise de mais agarimos cando chego em inverno que no veram.
  Do processo de me vestir capa tras capa cando vai muito frio. Há anos, na minha nenez imaxinava que era um cavaleiro colocando-se a armadura até que finalmente estava protexido. (Si, sempre fum um pouco friqui).
  Do outono, das ráfagas de vento, das cores nas árvores, das folhas por todo o cham, sobre todo cando nom chove.
  De caminhar escuitando música cando vai muito muito frio.

Nom gosto:
  Das duchas no novo piso, com auga morna, mais bem fria (e nom porque así o desexe, que nom quenta mais), em pleno inverno. É o peor do meu novo fogar, sem dúvida.
  Do frio húmido que às veces percorre Compostela e que me fai sudar baixo a cazadora, mas nom poder sacar-a porque o frio é muito forte.
  Do veram, nom tanto pela estaçom senom pela calor excessiva e pelo sol inclemente. Pom-me de mal humor e nom me apetece fazer nada. É horrível intentar trabalhar durante esses meses.
  Das tempadas nas que muda o clima, sobre todo em março e em novembro, nom por nada, mas é cando mais migranhas tenho, algo muito negativo, evidentemente.

  Pois velaquí a minha lista de hoxe. Aparentemente estou otimista xa que as cousas das que gosto duplicam aquelas das que nom gosto. Bem, ou como diria minha admirável colegagalega, "dentro do malo, bem". ;-)




  Hace mucho tiempo que no escribo algo personal y me siento un poco necesitado de esa catarsis, pero no tengo tiempo como para hacerlo como se debe hacer, con lo cual pensé que sería buena idea crear, si se me antoja seguir con el experimento, una serie de posts inspirados en los hechos por Savior1980, quien lo hace semanalmente (aunque después ya vi cosas parecidas hechas por Roberto Pastor y por Andrés Milleiro, ellos lo hacen con menos regularidad y pienso que sólo hicieron un post así cada uno). Se me antoja más hacer algo temático, todo lo que me gusta y no me gusta en relación con algo concreto, así que allá voy con uno muy ad hoc con la llegada de la primavera:

Me gusta:
  Esa sensación sobre todo en los dedos, pero también en todos los miembros, de ir recuperando la sensibilidad poco a poco al llegar a un sitio caliente viniendo de la calle en pleno invierno, cuando el aire parte la cara del frío.
  La llegada de los primeros días de sol en marzo, cuando el frío es todavía helado pero el sol empieza ya a calentar.
  Caminar por la playa en pleno invierno y sentir realmente frío frente al mar, algo impensable en México (y también caminar por la playa en verano, y de paso en otoño y primavera).
  La nieve, pero sobre todo ver nevar, estar bajo una nevada, sea las episódicas compostelanas o las tormentas berlinesas.
  Que Folerpa sea una bolsa de agua caliente viva, que necesite de más mimos cuando llego en invierno que en verano.
  El proceso de vestirme capa tras capa cuando hace mucho frío. Hace años, en mi niñez imaginaba que era un caballero colocándose la armadura hasta que finalmente estaba protegido. (Sí, siempre fui un poco friqui).
  Del otoño, de las ráfagas de viento, de los colores en los árboles, de las hojas por todo el piso, sobre todo cuando no llueve.
  De caminar escuchando música cuando hace mucho mucho frío.

No me gusta:
  Bañarme en el nuevo depto, con agua tibia, más bien fría (y no porque así lo desee, que no calienta más), en pleno invierno. Es lo peor de mi nuevo hogar, sin duda.
  El frío húmedo que a veces recorre Compostela y que me hace sudar bajo la chamarra, pero no poder quitármela porque el frío es muy fuerte.
  El verano, no tanto por la estación si no por el calor excesivo y por el sol inclemente. Me pone de mal humor y no se me antoja hacer nada. Es horrible intentar trabajar durante esos meses.
  Las temporadas en las que cambia el clima, sobre todo en marzo y en noviembre, no por eso en sí, pero es cuando más migrañas tengo, algo muy negativo, evidentemente.

  Pues aquí está mi lista de hoy. Aparentemente estoy optimista ya que las cosas que me gustan duplican aquellas que no me gustan. Bien, o como diría mi admirable colegagalega, "dentro de lo malo, bien". ;-)


4 comentários:

  1. honrosa aemulatio a túa ;)

    se o que menos che gusta da vida é o clima e os cambios de temperaturas non creo que teñas demasiados problemas para ser plenamente feliz.

    Unha aperta, Rinoceronte !

    ResponderExcluir
  2. Ou nom me expliquei bem (que pode ser) ou estás ainda mais otimista do que estava eu ontem. Este post só tratava cousas co pretexto da chegada da primavera (frio-calor, choiva-sol, xa sabes).
    Imaxinas-te que o clima fosse o nosso peor problema? Que maravilhoso seria todo daquela...
    Mais apertas pra ti, Ro.

    ResponderExcluir
  3. Me gusta leer tus "aportaciones personales"! Cuando hablas del frío ante el mar debo hacerte una corrección: en México si se puede sentir eso, sólo es cuestión de viajar a la esquina noroeste y plantarse ante el pacífico en pleno invierno...uuuuuuy! Llevo un año viviendo acá y en agosto fue la única vez que pude bañarme (sin dejar de tener frío eh?). Estas palabras son de solidaridad ;-)

    Un besote fronterizo mi estimado harry!

    ResponderExcluir
  4. Voy a ir pensando en otro tema para una entrada como ésta, que me dejó a gusto. Me alegra recibir tu visita por acá.
    Y respecto al mar, tendré que ir a esas tierras tan alejadas de todo pa' probar el frío Pacífico (que no el mar de Cortés, ¿no? Creo que es más calientito). Todo un descubrimiento para mí, la verdad.
    Abrazos, darling.

    ResponderExcluir