domingo, fevereiro 18, 2007

Capítulo XII. De como o Profundo Sur pode dar uma segunda oportunidade. Uma noite com Will Johnson e Micah P. Hinson



Há noites que preferiríamos que nom remataram. Uma delas foi há xa tempo cando todo o bo do profundo sur estado-unidense fixo-se presente em Compostela. Nom é doado que se nos permita realizar viaxes desse tipo nestas rexións, así que tivemos que esperar um bo anaco ata ter outra oportunidade semelhante. Cando soube que Micah P. Hinson e Will Johnson iam tocar em Compostela (e que só tinha que pagar € 5 polo desfrute) pensei que, quizais, esta Galiza nom está completamente no fim do mundo, como se poderia pensar polos médios de transporte, por exemplo. Esses concertos demonstrarom que despois de todo, nom estamos tam esquecidos da man de Deus.

Seguramente parte do encanto dessa noite foi o feito de estar numa minúscula sala onde nom cabiam mais de 200 persoas e onde uma das “estrelas” (Will Johnson) subia ao escenario pola parte de adiante. A noite cos homes de Texas empeçou co veterano e prolífico (coma mostra pense-se em South San Gabriel, Centro-Matic e el mesmo) Johnson inspirado, solitário e valente falando co público como se duma noite na sua sala de estar se tratara. Entre cançom e cançom deixava ver a sua persoalidade discreta e desenfadada comentando o frio que ia ou preguntando polos grafitis da cidade. Mas de todos os xeitos, como Johnson se ganhou ao respeitável foi com cançóns persoais e reconfortantes, sorteando sem problemas o feito de estar só coa sua guitarra e resolvendo à perfeçom o seu repertório (persoal e também dos seus grupos). A xoia da noite: “Fell Too Young To Die” de South San Gabriel. O reprochável: que só tocara ums 40 minutos deixando com ganas de mais e cum sabor de boca ideal para o que estava por vir.
Micah P. Hinson saiu ao escenario a arranxar os últimos detalhes coma se dum técnico se tratara. Cando parte do público decatou-se de que era el, aplaudiu e Micah nom fixo mais que voltear e saudar para seguir co seu. Humildade dum home que teria todo para ser soberbio: aos 25 anos xa tem um cancioneiro cheo de maravilhas e cuma voz e letras que parecem ter a experiencia duma vida rica em sofrimentos e delicias. Parece um home do que se pode aprender todo. E mostrou a sua madureza nom só coas suas cançóns senom também coa sua interpretaçom chea de força e demonstrando que cando se tem o que há que ter nom fai falha nada agás uma guitarra, um acompanhante que faga de home orquestra (bateria, banjo, baixo...) e a participaçom de Will Johnson na bateria ou na guitarra para dar mais força cando a cançom esixe entrega total.


Para quem xa conhece a obra de Micah, as únicas surpresas som que poida dar ainda mais força às suas cançóns num concerto e que a sua humildade sexa sincera e total. Mas para aquel que nom é quem de conhecer “And The Gospel Of Progress” ou “And The Opera Circuit”, a surpresa será maiúscula e seguramente o gosto maior ao atopar cançóns tam certeiras e precisas no que se refere a dizer as coisas como devem ser ditas. Micah atopa as palavras alí onde fam falha e nom precisa demonstrar a ninguém que cré no que fai. Está a fazer o que quere e nota-se que o desfruta, sobre todo acompanhado por amigos como nessa fria noite do xaneiro compostelá, cando el e Will Johnson derom uma leçom de como se reinterpreta o country no século XXI sem reparos e sem dúvidas. Leituras xustas e sabias dum maestro nessa arte e dum alumno aventaxado que pronto fará escola, sem dúvida.

Capítulo XII. De como el Profundo Sur puede dar una segunda oportunidad. Una noche con Will Johnson y Micah P. Hinson

Hay noches que preferiríamos que no terminaran. Una de ellas fue hace ya tiempo cuando todo lo bueno del profundo sur estadounidense se hizo presente en Compostela. No es fácil que se nos permita realizar viajes de ese tipo en estas regiones, así que tuvimos que esperar una buena temporada hasta tener otra oportunidad semejante. Cuando supe que Micah P. Hinson y Will Johnson iban a tocar en Compostela (y que sólo tendría que pagar € 5 por disfrutarlo) pensé que, quizás, esta Galiza no está completamente en el fin del mundo, como se podría pensar por los medios de transporte, por ejemplo. Esos conciertos demostraron que después de todo, no estamos tan olvidados de la mano de Dios.

Seguramente parte del encanto de esa noche fue el hecho de estar en una minúscula sala donde no cabía más de 200 personas y donde una de las “estrellas” (Will Johnson) subía al escenario por la parte de adelante. La noche con los hombres de Texas empezó con el veterano y prolífico (como muestra piénsese en South San Gabriel, Centro-Matic y el mismo) Johnson inspirado, solitario y valiente hablando con el público como si de una noche en su sala se tratara. Entre canción e canción dejaba ver su personalidad discreta y desenfadada comentando el frío que hacía o preguntando por los grafitis de la ciudad. Pero de todos modos, como Johnson se ganó al respetable fue con canciones personales y reconfortantes, sorteando sin problemas el hecho de estar sólo con su guitarra y resolviendo a la perfección su repertorio (personal y también de sus grupos). La joya de la noche: I “Fell Too Young To Die” de South San Gabriel. Lo reprochable: que sólo tocara unos 40 minutos dejando con ganas de más y con un sabor de boca ideal para lo que estaba por venir.
Micah P. Hinson salió al escenario a arreglar los últimos detalles como si de un técnico se tratara. Cando parte del público se dio cuenta de que era él, aplaudió y Micah no hizo más que voltear y saludar para seguir con lo suyo. Humildad de un hombre que tendría todo para ser soberbio: a los 25 años ya tiene un cancionero lleno de maravillas y con una voz y letras que parecen tener la experiencia de una vida rica en sufrimientos y delicias. Parece un hombre del que se puede aprender todo. Y mostró su madurez no sólo con sus canciones sino también con su interpretación llena de fuerza y demostrando que cuando se tiene lo que hay que tener no hace falta nada excepto una guitarra, un acompañante que haga de hombre orquestra (batería, banjo, bajo...) y la participación de Will Johnson en la batería o en la guitarra para dar más fuerza cuando la canción exige entrega total.
Para quien ya conoce la obra de Micah, las únicas sorpresas son que pueda dar incluso más fuerza a sus canciones en un concierto y que su humildad sea sincera y total. Pero para aquel que no conoce “And The Gospel Of Progress” o “And The Opera Circuit”, la sorpresa será mayúscula y seguramente el gusto mayor al encontrar canciones tan certeras y precisas en lo que se refiere a decir las cosas como deben ser dichas. Micah encuentra las palabras allí donde hacen falta y no necesita demostrar a nadie que cree en lo que hace. Está haciendo lo que quiere y se nota que lo disfruta, sobre todo acompañado por amigos como en esa fría noche del enero compostelano, cuando él y Will Johnson dieron una lección de como se reinterpreta el country en el siglo XXI sin reparos y sin dudas. Lecturas justas y sabias de un maestro en ese arte e de un alumno aventajado que pronto hará escuela, sin duda.